lunes, abril 16, 2007

Blas de Otero

LO ETERNO

Un mundo como un árbol desgajado.
Una generación desarraigada.
Unos hombres sin más destino que
apuntalar las ruinas.
Rompe el mar
en el mar, como un himen inmenso,
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo.

Sólo el hombre está solo. Es que se sabe
vivo y mortal. Es que se siente huir
-ese río del tiempo hacia la muerte-.

Es que quiere quedar. Seguir siguiendo,
subir, a contra muerte, hasta lo eterno.
Le da miedo mirar. Cierra los ojos
para dormir el sueño de los vivos.

Pero la muerte, desde dentro, ve.
Pero la muerte, desde dentro, vela.
Pero la muerte, desde dentro, mata.

...El mar -la mar-, como un himen inmenso,
los árboles moviendo el verde aire,
la nieve en llamas de la luz en vilo...

4 comentarios:

Frozen dijo...

Es típicamente humano cerrar los ojos para seguir ajeno a la realidad, pero por fortuna (o por desgracia) los ojos no son la única vía de percepción. La principal es la inteligencia. Y esa, la tenemos (aunque poca).

Löla dijo...

Sil, me encanta Blas de Otero.
A veces la curiosidad de lo hombres les juega malas pasadas, y así vivimos esperando una muerte, miramos al futuro con los ojos en el pasado, y nos pretendemos eternos.
Pero como todo, somos puritita química

pcbcarp dijo...

No sé qué pasa que creía haberte dejado un comentario aquí y resulta que no. Bueno, que nos tienes abandonados, caramba.

Anónimo dijo...

cuando nosotros estamos vivos la muerte no esta,cuando ella viene nosotros ya no estamos.
el miedo a la muerte,tengo mas miedo a la libertad.
NOS VIGILAN.